jueves, 30 de octubre de 2014

REC 2 (2009)

FICHA

Director: Jaume Balaguero, Paco Plaza
Año: 2009
Duración: 81 minutos
Reparto: Óscar Zafra, Juli Fábregas,Javier Botet, Ferrán Terraza. 

Género: terror

SINOPSIS


Tras el caos desatado en la primera entrega de la saga, Barcelona es el centro de la noticia por lo que parece ser un brote vírico muy contagioso en un antiguo edificio del centro de la ciudad. 
Para allí se dirigen un grupo de GEO que van a entrar en el inmueble para inspeccionarlo en busca de posibles supervivientes.
Un sinfín de sorpresas desagradables les aguardan en su interior.

TRAILER



CRÍTICA CON SPOILERS

La última imagen de REC nos dejó a Ángela, la periodista, siendo arrastrada por aquel ser del inframundo. Después de eso, oscuridad total. REC2 retoma la trama en el mismo punto para centrar el foco instantes después en un grupo de GEOS que se está aproximando al edificio. Los muy desgraciados no tienen ni idea de dónde se están metiendo, pero al menos van a servir para introducir al espectador de nuevo en el meollo a través de sus cámaras de casco.
En el interior se respira tranquilidad, una tranquilidad que se hace extraña, sobre todo porque la casa era un hervidero de zombis minutos antes. El supuesto miembro del Ministerio de Sanidad que les acompaña es muy sospechoso desde el minuto uno, especialmente por su acento en la dicción.

La primera sorpresa de la película no tarda en llegar: los zombis no son en realidad seres infectados, sino seres poseídos. Este argumento casa con la imaginería religiosa que pudimos encontrarnos en el ático en la primera película de la saga, así como con la grabación en la que se escucha claramente “ha llegado el telegrama de Roma” (presuponiendo que el Vaticano está al tanto de los experimentos que se están llevando a cabo en aquella vivienda). En dicho ático también se respira ahora tranquilidad, hasta que aparecen unos niños que caminan por el techo. En mi opinión sobraban, pero los directores quisieron añadirle espectáculo a una trama que no necesitaba más criaturas diabólicas.


Al cabo de muy poco tiempo quedan al descubierto dos cosas acerca del agente de sanidad: en primer lugar, que es un cura con malas pulgas que solo quiere obtener la sangre de la niña Medeiros, arriesgando la vida de quién sea necesario, y en segundo lugar, que conoce una serie de rezos y rituales que consiguen amedrentar a los zombis. El espectador, ante esta coyuntura, se debate entre repudiarle, especialmente por su comportamiento tiránico hacia los policías, o apoyarle de corazón, ya que su fin es obtener el antídoto y, además, todos querríamos tenerle a nuestro lado para que soltara cinco avemarías delante de los zombis.

De forma paralela, unos niños destalentados entran por el alcantarillado al edificio. Con su cámara vivimos el ambiente de la calle, en el que se puede respirar el morbo del ciudadano barcelonés medio, sumido en su vida urbanita y su vejez. Cometen el error más grande de sus vidas al acceder y una vez dentro del inmueble tan solo quieren abandonarlo, pero ya es demasiado tarde y, como me gusta decir, la vida hay que saber medirla.

Lo más inesperado llega cuando reaparece Ángela, a la que todo el mundo daba por muerta, sin aparentes heridas de gravedad y sin explicar cómo ha podido zafarse de la demoniaca niña Medeiros. Descubren entonces que la cámara que porta graba en infrarrojos y deducen que quizás a través de ella puedan ver en el ático “cosas que antes, en la luz, estaban ocultas”. Para mí esta es la mejor escena de la película, cuando descubren puertas secretas y pozos gracias a la visión nocturna, como si portaran una Lente de la verdad del legendario juego Zelda de 1998. Tras la muerte de la niña Medeiros, toca un final sorpresa, Ángela lleva el mal ahora en su interior y ha solicitado evacuación tras cargarse al último policía y al religioso. Lo que pasará cuando abandone el edificio lo veremos a partir de mañana, 31 de octubre, con el estreno de REC4, Apocalipsis.

Para terminar hay que decir que la película mantuvo el nivel del primer filme. En concreto, mantuvo la sensación de asfixia y pánico en los primeros planos, así como la tensión que produce la cámara en mano. Sin embargo se perdió el efecto sorpresa. Todos los espectadores fueron al cine sobre aviso y no pasaron tanto miedo como en la ocasión anterior. Fue más de lo mismo, con el pequeño cambio de que se trata de posesiones en lugar de virus, solución argumental que, al contrario de lo que pensaron algunos, no me pareció tan descabellada.

Mañana, día de Halloween, turno para comentar la tercera entrega de la saga: REC3, Génesis.

Celuloide

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